Madrid, abril 2015 – Los espárragos de Tudela son únicos por su exquisito sabor y calidad, por eso asador – sidrería Sagasti los ha seleccionado entre los majares de su despensa para esta temporada. Acaba de recibir los primeros ejemplares del año, cultivados y recogidos por pequeños productores a través de un proceso 100% natural y artesanal. Solo así conservan todas las propiedades de la huerta navarra.
En Sagasti, el espárrago blanco se sirve con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, un acompañamiento más que suficiente que coloca el broche de oro al plato sin enmascarar en absoluto su sabor.
La siembra de esta materia prima tan especial es centenaria. Desde la época medieval muy pocas familias horticultoras se dedican a esta actividad, por eso ponen un mimo especial en el proceso productivo, empezando por la preparación de la tierra hasta la recolección, para que el producto llegue intacto a la mesa. Un ritual que se repite cada año y tiene sus primeros resultados en abril, con la llegada del calor.
Un espárrago con carácter propio en un restaurante donde prima la calidad
El asador – sidrería Sagasti es un referente de la alta cocina, no solo por una técnica exquisita en los fogones y un equipo muy profesional, sino por escoger siempre productos exclusivos con los que elabora las mejores recetas. Es uno de los más reconocidos representantes de la cocina vasca en Madrid, gracias a una gran variedad de pintxos y una carta meditada con propuestas de primera. Elabora una cocina 100% donostiarra, respetando la tradición y el saber hacer de los grandes maestros.
Asador – sidrería Sagasti cuenta con 17 años de experiencia en el sector, aunque se renueva constantemente hacia una cocina contemporánea, sin olvidar el respeto por el producto y el recetario de siempre, una parte fundamental de su filosofía.
Disfrutar de los primeros espárragos blancos de Tudela en las mesas de Sagasti es una experiencia gourmet para todos los sentidos, ya que en sus salones y terrazas se respira un ambiente de agradable, de confort y profesionalidad que invita a quedarse y a repetir.